Luna llena 19/9/13
Ya es tradición. Es todo un proceso: volar a Espalmador. Piratas, indios, sirenas, niños perdidos, hadas... El Capitán Garfio nos lleva en su velero de ensueño. Los piratas nos localizan, nos rodean, nos abordan y nos secuestran. Y las sirenas les damos de beber directo a sus bocas nuestra pócima negra para que estén aún más a nuestra merced, hipnotizados por nuestros encantos y movimientos. El paraje es idílico. Arena fría y blanca se cuela entre los dedos de los pies de los que bailamos descalzos, inagotables, con la música que parece haber sido compuesta para ese mismo instante, para nosotros. Porque la hacemos nuestra. La sombra de los cuerpos son dibujos perfectamente nítidos y la luna es la principal espectadora. Más bien la única y exclusiva. La observamos con adoración sin ser conscientes de que el verdadero protagonismo lo tenemos nosotros. Nos sentimos absorbidos por ella como si estuviéramos bajo su control, como las mareas. Es tan ...